No es ninguna novedad que los teléfonos inteligentes (smart phones) han invadido nuestro día a día. Tampoco que los usamos para múltiples actividades como fotografiar, recibir emails, escuchar música, etc. Entre estas nuevas aplicaciones me gustaría destacar su uso para el campo de la salud.

La mHealth o aplicaciones móviles para salud están tomando cada vez mayor importancia. En mi última visita al buscador más conocido encontré 1.330.000.000 de resultados relacionados con el término “health app”. En definitiva, nos guste o no, parece que está aumentando el interés por las posibilidades que tienen los smart phones para el autocuidado, la asistencia al diagnóstico o incluso para la aplicación de tratamientos.

El público general conoce cientos de aplicaciones cuyo objetivo es promover la salud. Sin embargo, debemos distinguir las soluciones que pueden ayudarnos realmente a mejorar nuestro estado de salud de las que son solo un entretenimiento. Esta es una cuestión que preocupa a los organismos reguladores desde hace tiempo.

En mi opinión, considero que estas nuevas aplicaciones suscitan interés porque ofrecen la posibilidad de registrar y transmitir información relacionada con el usuario de forma inmediata y a muy bajo coste como la frecuencia cardíaca, las presiones, los rangos de movilidad, la velocidad, etc. Hace años, este tipo de medidas solo podía registrarse en centros específicos y con equipamiento al alcance solo de unos pocos.

No obstante, la cuestión de fondo es: ¿hasta qué punto necesitamos esta información para la mejora de nuestra calidad de vida? Algunos estudios indican que una de cada tres personas abandona el uso de pulseras inteligentes al cabo de tres meses. ¿Es la mHealth una moda pasajera o lograremos, con un mayor desarrollo, que nos aporte valor real?

Tendremos que esperar algún tiempo para poder responder algunas de estas cuestiones pero, por lo que a mí respecta, trataré de impulsar la búsqueda de soluciones que mejoren la calidad de vida con o sin un teléfono móvil.

Artículo de opinión escrito por Ignacio Bermejo, directo de Innovación en Rehabilitación y Valoración Biomecánica del IBV, publicado por el diario Información de Alicante, en marzo de 2015.