En un contexto de cambios vertiginosos en las tecnologías, los patrones de consumo y los modelos de negocio, surgen nuevos enfoques “ganar-ganar” entre organizaciones como forma de afrontar los nuevos retos, contando con las capacidades y fortalezas de cada participante para generar un impacto relevante en la sociedad y en el entorno, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU nº 17: “Alianzas para lograr Objetivos”. A este respecto, la publicación “Maximising the Impact of Partnerships for the SDGs” (The Partnering Initiative y Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU) destaca tres categorías de alianzas.
La primera categoría, denominada “Leverage/Exchange” (soporte/intercambio), abarca alianzas basadas en la complementariedad, con un objetivo estratégico común de impacto social. Un ejemplo podría ser la colaboración entre Victorinox (navaja suiza) y Nespresso al servicio de la sostenibilidad medioambiental, dando un nuevo uso a las cápsulas usadas para producir la navaja de bolsillo “Pioneer Nespresso”.
Una segunda categoría, denominada “Combine/Integrate” (combinación/integración) destaca la necesidad de colaborar como vía para alcanzar el objetivo común, que no sería posible con un enfoque individual. Esta clase de cooperación requiere mayor compromiso y planificación común. Podría observarse en la iniciativa Emotional Driving, impulsada por Gonvarri Industries (transformación del acero) y Movistar, encaminada a sensibilizar a niños y jóvenes hacia una conducción segura, por medio de valores emotivos y motivaciones positivas, para reducir las muertes y lesiones por accidentes de tráfico.
Una tercera categoría, denominada “Transform” (alianzas transformadoras), aborda un desafío global complejo que requiere una aproximación innovadora y polifacética buscando un cambio del sistema actual en torno a dicho reto. Firmas como Dell, General Motors, Ikea o HP forman parte de la coalición NextWave Plastics, cuya meta es acabar con la contaminación por plásticos de mares y océanos. La alianza, además de emprender acciones de economía circular sobre los desechos plásticos del medio acuático, reduce el consumo propio de estos materiales y utiliza plástico reciclado en sus procesos.
Otros ejemplos incluyen la alianza entre BMW y Daimler (Mercedes Benz) en el desarrollo de la conducción autónoma y de soluciones de movilidad (como el carsharing) haciendo, además, frente a operadores como Uber o Lyft. De este modo, ambas compañías evolucionan desde su rol de fabricantes hacia proveedores de servicios de movilidad. Google se ha aliado con la multinacional financiera Citigroup para ofrecer sus propias cuentas corrientes, que conectarán con sus soluciones actuales de pago móvil (Google Pay) y asistente de voz (Google Assistant).
Las colaboraciones de este tipo están marcando la diferencia y superan los planteamientos sectoriales habituales, involucrando tanto alianzas con competidores como entre empresas de sectores diametralmente opuestos, quedando perfectamente enmarcadas en las políticas de Responsabilidad Social Empresarial.
Artículo redactado por Javier Sánchez Lacuesta , director del IBV y publicao en el Suplemento Innovadores por el diario Levante el domingo 01/12/19.
