Durante la práctica de actividad física se producen grandes pérdidas de líquido por medio de la sudoración. Por este motivo se aconseja llevar a cabo una correcta y consciente hidratación cuando practicamos deporte. El 60% del peso del corporal está compuesto por agua. Es esencial mantener este porcentaje para asegurar un buen funcionamiento del cuerpo.

Prevenir siempre es la mejor estrategia

Todos los expertos aconsejan que no se espere a tener sed para hidratarse. Beber antes, durante y después de la actividad física mejora la práctica de la misma, así como el bienestar.

 Atención al entorno

Hay que prestar atención a las condiciones climáticas, pues un clima cálido y húmedo aumenta la cantidad de líquido perdido, por lo que se tendrá que reponer esta cantidad. Comenzar una actividad física en estado de deshidratación incrementa el riesgo a padecer una enfermedad por calor.