La empresa gallega Muy Monito pone en el mercado un sanitario dedicado a la población infantil con el intento que adquieran hábitos de higiene saludables en tiempos del coronavirus.

Muy Monito, que también es un personaje que se asemeja a un mono, nace en Galicia de la mano de Charo Froján y Alfredo Olmedo y, a través de un diseño atractivo e innovador, presenta a los más pequeños un producto sanitario que cumple todas las certificaciones europeas de seguridad e higiene. Se trata de un kit que incluye mascarillas higiénicas lavables y súper divertidas, así como dos productos cosméticos muy naturales que protegen y reparan la delicada piel de los niños.

Charo Froján y Alfredo Olmedo de D-due

La trayectoria de D-due, que diseña y fabrica sus prendas en Rianxo (La Coruña), permitía una respuesta transversal desde el mundo de la moda a la necesidad de educar en protección y seguridad frente a los riesgos de contagio, fomentando la sensibilidad y el respeto en la convivencia social. Es la importancia del respeto y protección del otro (valor oriental) frente a protegerse sólo a uno mismo (valor occidental), un valor que empapa la cultura japonesa con la que se identifican plenamente los creadores de D-due, firma que tiene en el país nipón uno de sus principales mercados.

Con el kit Muy Monito se pretende crear una rutina para que los niños lleven siempre las mascarillas de tela y el gel higienizante consigo. Estos elementos son sólo una parte del producto, que se ha planteado como una herramienta pedagógica a través de un personaje creado por el estudio gallego y que enseña a los escolares de forma divertida las claves que les ayudarán a mantener a raya al coronavirus.

Las mascarillas higiénicas han sido desarrolladas en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia –IBV– y cumplen la normativa UNE 0065:2020 para textiles y filtros vigente para este tipo de protección. Diseñadas para asegurar una buena ergonomía y ajuste facial, permiten una óptima respirabilidad y un apropiado confort térmico que ayudan a cuidar la piel. Son lavables y están recomendadas para su uso en todo tipo de actividades diarias. Se pueden encontrar en tres tallas: S (de 6 a 9 años), M (de 9 a 12 años) y L (más de 12 años).

En palabras del Director de Innovación Ignacio Bermejo: “El objetivo que perseguía MuyMonito era desarrollar una mascarilla que garantice una verdadera protección. La mayoría de productos que encontramos en el mercado no tienen en cuenta el ajuste a la cara, el confort térmico y la usabilidad. Cuando esos aspectos fallan, utilizamos de forma equivocada la mascarilla, la tocamos en exceso, la colocamos de forma errónea y nos la quitamos a menudo. Estos comportamientos provocan que la mascarilla deje de protegernos de forma eficaz. En Muy Monito hemos trabajado en evaluar el comportamiento térmico del producto, su ajuste a la antropometría de los niños y los destinos elementos que permiten un uso confortable de este producto.”

El kit incluye dos unidades con sus correspondientes fundas para guardarlas correctamente y evitar una posible contaminación. Es lo que las autoridades sanitarias aconsejan, ya que las mascarillas son obligatorias a partir de los seis años de edad con carácter general, salvo en justificadas excepciones. Los expertos también afirman llevar alguna de repuesto ya que deberían cambiarse cada cuatro horas para una óptima efectividad.

Muy Monito es un proyecto comprometido con el diseño, la innovación y la sostenibilidad, concebido en el estudio de D-due y desarrollado con la ayuda de la Axencia Galega de Innovación – GAIN.

Esta marca ha dado continuidad a la empresa familiar de Charo Froján –Confecciones MRF–, y ha demostrado que con pasión, entrega y un equipo implicado se puede hacer innovación y vanguardia desde cualquier lugar del mundo y para cualquier mercado, tal y como demuestra su fuerte presencia en Japón.

La clave de su éxito en el mercado nipón radica en la sintonía de ambos creadores con la cultura del país. En el País del Sol Naciente se valora mucho la calidad de los productos y que estos evoquen atributos como la amabilidad, la delicadeza y la ternura, lo que ellos denominan kawaii. Aplicándolo a su proyecto Muy Monito, Charo explica que “en España se tiende a pensar que nos ponemos una mascarilla para protegernos a nosotros mismos, no tanto a los demás. En cambio, en Japón, frente a cualquier virus sienten la responsabilidad de no ser un peligro para terceros, así es como piensan en la cultura oriental y es sobre lo que queremos concienciar aquí”.

Otras iniciativas del IBV durante la pandemia

El IBV ha puesto a disposición todo su know-how para desarrollar herramientas necesarias en situación de pandemia, participando en proyectos de varia índole, desde un ventilador mecánico, realizado en colaboración con AIDIMME y la UPV, una pantalla de protección facial con una diadema ajustable para cada usuario y una lámina transparente que protege la cara, de las cuales se han distribuido más de 10.000 unidades, y hasta una plataforma para fomentar la vida saludable durante el confinamiento.

Pero el producto símbolo de la pandemia es posiblemente la mascarilla, siendo el dispositivo que más se utiliza en la vida diaria y durante más tiempo incluso en personas sanas.

De allí que desde el principio muchas empresas se hayan interesado en colaborar con el IBV para realizar sus diseños de mascarillas, entre ellas SPBERNER, que realizó una innovadora mascarilla en plástico en la cual el IBV aportó el diseño anatómico en el que se basa la ergonomía facial de la mascarilla, proyecto en el que también colaboró ITENE.

“Los conocimientos en antropometría del IBV permiten a las empresas que el diseño de sus productos se ajuste mejor a las necesidades de los usuarios” afirma Giuseppe Caprara, Innovation Manager en el IBV.

IBV aportó su conocimiento en antropometría infantil participando en el grupo de expertos generado por la Asociación Española de Normalización (UNE) para el desarrollo de la Especificación UNE de mascarillas higiénicas para niños.

Desde el IBV se generaron dimensiones antropométricas de la cara de la población infantil que permiten escalar las mascarillas de adultos a las dimensiones de la cara de los niños.  Así, investigadores del IBV han programado medidas específicas de la cara, y se han calculado los valores medios y extremos por grupos de edad. Estos datos se han aportado al grupo de trabajo de UNE para la posterior generación de los patrones de mascarillas pediátricas.

El IBV también ha participado en la Parte 1 de la Especificación de mascarillas higiénicas no reutilizables para adultos, la UNE:0065.

“Las empresas que recurren al conocimiento IBV pueden obtener productos que destacan sobre la competencia”, añade Caprara.