Ten en cuenta tus gustos y los de tus acompañantes para elegir el destino a visitar. Explora alternativas, pide asesoramiento profesional y considera las opiniones de otros viajeros antes de tomar decisiones. Reserva con antelación para acceder a mejores opciones.
Elige bien tu segunda casa.
Tu alojamiento es tu base de operaciones. Debe ofrecerte instalaciones cómodas y accesibles, un servicio de calidad y un descanso reparador. No te dejes llevar únicamente por la ubicación y el precio. Una vez allí, pide información y consejo.
Y ahora, ¡a pasarlo bien!
Completa tu estancia con actividades variadas y saludables, respetando a los demás y cuidando del entorno. La oferta cultural, la gastronomía local, las compras y las opciones de relax o aventura terminarán de configurar una experiencia inolvidable.