La agudeza visual es la capacidad del ojo para percibir los detalles y los objetos pequeños muy próximos entre sí. También influye en la captación del color. Esta cualidad, en la práctica, está condicionada por: el color y la luminosidad de la luz, las características de objeto (tamaño, forma, orientación, etc.) y el contraste.

Para que seamos capaces de reconocer un dibujo o una letra, es necesario que el detalle más pequeño tenga un tamaño suficientemente grande como para ser distinguible, a la distancia normal que solemos mantener con el objeto. Por ejemplo, la diferencia entre las dos letras o figuras siguientes es que a la segunda le falta un tramo en la parte derecha; el tamaño del detalle más pequeño que las distingue es la longitud de dicho tramo.

Cuando se trata de textos, podemos mejorar la legibilidad aumentando el tamaño de la letra, el espacio entre ellas, el grosor de la letra y el contraste entre fondo y letra.

El tamaño de letra mínimo recomendable para que un texto sea legible es de 1 pica (12 puntos) de cuerpo; preferiblemente 14 puntos. El cuerpo de una letra es una medida tipográfica, que se corresponde con la altura del recuadro en el que están inscritas todas las letras del mismo tipo y tamaño (que no es igual a la altura de la letra en sí, pues en el diseño de la misma suele quedar espacio en blanco por encima y por debajo de la letra).